La palabra “liner” traduce revestimiento. Se basa en láminas (casi siempre metálicas) corrugadas que se atornillan para formar anillos y soportan las cargas del terreno, el nivel freático y las cargas vivas.
Este revestimiento puede instalarse para extender la vida útil de una conducción existente, o más comúnmente, para dar soporte a las paredes de un túnel excavado a mano.
Al excavar el túnel instalando estos anillos, el liner forma un revestimiento continuo a lo largo del túnel o pozo y protege al personal frente al riesgo de un colapso, excepto en el frente de excavación, donde se requiere una evaluación geotécnica para determinar el método seguro de excavación, y a veces técnicas de estabilización del suelo.
El espacio anular entre la excavación y el liner es rellenado cada día con un mortero o lechada de transferencia de carga para evitar asentamientos.
El ingreso de personal requiere al menos un diámetro de 1.2m, y el avance de la excavación es del orden de 50cm por jornada en un frente de trabajo en suelos blandos y estables, por lo que a veces se abren varios frentes.