Este diagnóstico de las tuberías es esencial tanto para su entrega inicial en el caso del alcantarillado, y como parte de los planes de mantenimiento de todos los ductos y tuberías para transporte de fluidos.
Al diagnosticar oportunamente los problemas de la tubería, es posible planear las intervenciones de las redes en una filosofía de mantenimiento conocida como gestión de activos subterráneos. Uno de los peores errores que puede cometerse es esperar a que las tuberías colapsen para intervenirlas, porque el mantenimiento correctivo será más costoso.