Algunas veces nuestro clientes nos piden cotizar una intervención sin zanja, y para ello nos envían videos realizados por otras empresas. Cuando la calidad de los videos es insuficiente para realizar un diseño, se genera un sobrecosto porque es necesario volver a televisar con equipos y procedimientos adecuados. A continuación se presentan algunos de estos criterios.
Una inspección CCTV produce como resultado básico un video o un mapa interactivo de la red, donde pueden visualizarse los daños existentes, ubicando también sus coordenadas (distancia a lo largo del eje del tubo, posición horaria). Este video es un insumo necesario para diseñar el método de reparación puntual o rehabilitación de la tubería. En Ingeniería y Contratos revisamos cada día videos de tuberías que requieren reparación y proponemos métodos de reparación sin zanja. Para que el video resulte útil, algunas recomendaciones son: la pared de la tuberia, e idealmente su batea, deben ser visibles; la resolución y nitidez de la imagen debe permitir ver la aparición de fisuras, la imagen debe estar centrada en la red, el video debe indicar la distancia o ubicación de la cámara en todo momento, la cámara debe poder inspeccionar las juntas y acometidas mediante un paneo (salvo si se inspecciona una acometida), se deben enfocar todos los defectos encontrados, la iluminación debe ser adecuada para el tamaño de la tubería.
Por otra parte, para una empresa de servicios públicos, no es suficiente acumular videos de sus tuberías. Es necesario procesar la información para comparar el estado de las diferentes redes, o de la misma red en diferentes momentos. Esto requiere clasificar los defectos y tabular los daños. La clasificación de los daños debe responder a criterios objetivos y usar nombres estandarizados, para lo cual , en el caso del alcantarillado, se han creado estándares como PACP (Norteamérica), WRc (Reino Unido), EN 13508-2 (Europa), WSA 05 (Australia y Nueva Zelanda), JSWAS G-4 (Japón). En Colombia y otros países de América Latina, se ha promovido la adopción de PACP, un código que se actualiza frecuentemente para clasificar los defectos de los nuevos materiales de la industria. Pese a ello, aún algunas empresas de CCTV entregan reportes sui generis, con un léxico propio de su operador de turno.
Idealmente, un operador certificado en el respectivo estándar (o próximamente una inteligencia artificial) es responsable de clasificar los defectos evidenciados en la televisación, usando un software especializado que genera un reporte en pdf, una calificación general de la tubería, y una entrada para una base de datos. Esa información puede ser llevada con un código de colores a un Sistema de Información Geográfica para establecer los programas de mantenimiento preventivo de las tuberías o activos subterráneos. Los SIG son un tema muy extenso para ser abordado aquí, baste decir que queremos ver un mapa con las tuberías y ver en rojo las más críticas. Las empresas de servicios públicos más avanzadas, incluso hacen pública la ubicación de sus redes (un ejemplo es el
geoportal de EPM); esto facilita el trabajo a los contratistas.
Para disminuir el riesgo de fraude, se exige comúnmente que el operador de televisación en un video enfoque primero el entorno en la superficie de manera que la ubicación sea visible, y que el video sea del tramo completo y sin interrupciones. Además, al recibir inspecciones CCTV de un tercero, es necesario que un revisor verifique que todos los defectos del video se encuentren debidamente tabulados en el reporte y que el video sí corresponda al tramo en cuestión. Algunas prácticas corruptas que deben combatirse son: la entrega del mismo video cambiando el nombre para hacer un cobro duplicado, la omisión de detalles en las televisaciones para no mostrar los daños, la edición de videos para no mostrar los daños, la omisión del registro de daños en los informes. El revisor debe ser también un técnico con conocimiento de los estándares aplicables localmente.